Limpieza de las chimeneas de piedra

Para empezar, un revestimiento de piedra aporta un ambiente lujoso, cálido y natural en el interior del hogar, dándole el toque rústico que muchos desean. Las chimeneas de piedra además de aportar un toque ecológico, garantizan una amplia variedad de estilos y adaptados a todos los gustos. Las variedades de piedra y la multiplicidad de opciones que ofrecen aportan una gran diversidad de diseños decorativos.  Por otro lado la inercia térmica que posee la piedra nos permite mantener el calor durante horas e  incluso días, lo que supone un considerable ahorro.

 

Las chimeneas rústicas de piedra son aptas para cualquier ambiente: casas rurales, hogares de montaña, bodegas, restaurantes... Ahora, ¿Qué es lo que hay que hacer para realizar una preparación adecuada y apropiada para el nuevo invierno? Respondiendo a la pregunta, la chimenea de piedra requiere un mantenimiento sencillo. 

 

Se requiere de pocos materiales, entre los que encontramos, guantes de goma, gafas protectoras, TSP, agua, dos cubetas grandes, dos trapos suaves y un cepillo. 

Es muy importante ventilar bien la habitación donde realizaremos la limpieza.  Siempre con la protección de guantes y las gafas, mezclaremos una de las cubetas con agua tibia y TSP y en otra cubeta solo ponemos agua. Conviene manejar con cuidado el TSP, debido a sus componentes químicas. A continuación con el cepillo limpiaremos eliminando los restos de polvo y hollín que puedan tener las piedras. Para finalizar pasamos los trapos suaves, siempre que no haya restos de polvo y hollín, y las secamos quedándonos limpio y brillante. Realizando este proceso de forma continuada hasta conseguir la limpieza que buscamos sería suficiente para tener chimeneas limpias y en perfecto estado.

 

Sin duda, está comprobado que las chimeneas de piedra no tienen competencia. Su sensación de confort y la adecuación a cualquier hogar y decoración, hacen de ellas, unas chimeneas únicas.